La pesca del sargo a corcho, es una modalidad increíblemente seductora. Aun pareciendo una
modalidad sencilla, dado al poco material que hace falta, esconde mil secretos y es cuando
empiezas a dominarla cuando te das cuenta lo increíblemente bonita que es. Siendo la pesca
en si apasionante, el entorno que la rodea lo es tanto o más. La tranquilidad que encontramos
en las rocas mirando al mar, ya es suficiente motivo para practicarla.
El sargo, es un pez voraz cuando se activa, se encuentra seguro en las rompientes, por eso es
allí donde lo pescamos. Para ello no usaremos más que una caña larga, un carrete potente,
corcho, plomo, anzuelo y un buen sedal. Los cebos son diversos, pero en nuestro caso el más
empleado es el langostino. Usamos masa de sardina para atraerlos y se necesitan buenas
piernas para llegar a los lugares donde podemos encontrar bancos más grandes.
Intentaremos desde nuestra experiencia, enseñar algunas cositas claves para su pesca y al
mismo tiempo, intentaremos entretener con nuestras salidas.
Disfrutar de la pesca en compañía, ya que es esta la que hará que nuestras salidas sean más
seguras y mucho más entretenidas.


